viernes, 18 de febrero de 2011

LA PROFECÍA AUTOCUMPLIDA




La profecía autocumplida o profecía que se cumple a sí misma, fue un concepto acuñado por el sociólogo norteamericano Robert K. Merton, hacia la mitad del siglo pasado. Habla del valor que poseen las expectativas que tenemos sobre algo o alguien y de cómo tendemos a confirmarlas, consciente o inconscientemente, generalmente esto segundo, con nuestras acciones. Es decir, cómo lo que yo pienso, creo o espero de mí mismo y de los demás se materializa en hechos reales, en resultados tangibles que son coherentes con mis creencias y pensamientos sobre esa situación o esa persona o sobre mí mismo.

Por ejemplo, puede que desee encontrar una pareja inteligente, sensible, buena persona y trabajadora pero que yo crea que no merezco una persona así, es muy probable que no la encuentre, no porque no la merezca en realidad sino porque yo misma voy a tender a confirmar esa idea. Puede que sin darme cuenta siempre me relacione con patanes o que mis actividades estén relacionadas con otro tipo de personas que no son lo que me gustaría. Entonces mi pensamiento de “no merezco este tipo de hombre” se refuerza más y más y a la vez ese pensamiento sigue reforzando mis acciones coherentes con él.

En el ámbito educativo, dónde más se ha estudiado este efecto, la profecía autocumplida se denominó Efecto Pigmalión: cuando un profesor cree que un alumno no es válido, no sirve para tal o cual actividad o no aprobará, o bien tiene la idea contraria de que es estupendo, inteligente y trabajador y que aprobará con buenas notas, esas expectativas ya están influyendo poderosamente para que la situación se produzca. Algunos estudios realizados sobre este efecto, demostraron, que aquellos estudiantes sobre los que sus profersores pensaban que obtendrían buenos resultados, tendían a obtenerlos con mayores probabilidades. Al contrario sucedía lo mismo: sobre aquellos estudiantes en los que no confiaban o tenían malas expectativas tendían a rendir menos.

En terapia, se produce el mismo efecto. En este contexto se ha denominado Efecto Vanderbilt. Hablamos de lo mismo, es decir, lo que el profesional espera del paciente, puede influir con fuerza en su evolución.

Y a un nivel más cotidiano, el que más o el que menos hemos experimentado o sentido de manera más o menos consciente cómo las expectativas de nuestros padres nos han influido, en nuestras decisiones y en nuestros actos, casi de forma automática. Elegir carrera, amigos, actividades, carácter....

En torno a este concepto surge una reflexión. La importancia de que aprendamos a ser conscientes de la influencia que podemos estar ejerciendo sobre los demás con nuestras creencias. Según este efecto, sería fundamental para todos los profesionales que trabajan directamente con personas (psicólogos, médicos, educadores, profesores, etc, etc...) para padres y en general para la convivencia con los demás. Porque sin darnos cuenta podríamos estar ayudando mucho o entorpeciendo a otras personas. Igualmente sería fundamental revisar las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos para ayudarnos y no entorpecernos.

Es un descubrimiento cuanto menos curioso... ¿Hasta qué punto creéis que tiene relevancia en la vida la profecía autocumplida? ¿Qué os parece?

9 comentarios:

  1. Una entrada muy interesante! el tema de la profecía autocumplida es algo que me ha fascinado desde que estuve en la carrera. Además, cuando te paras a pensarlo, en nuestra vida diaria nos sucede constantemente. Incluso, las personas que creen en las cartas de Tarot en muchos casos se ven afectadas, puesto que actúan en función de lo que las carta les han dicho llegando a "pensar" que realmente les han dicho su futuro. Curioso no??

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  2. TranstornalidadesParaLasAmigas20 de febrero de 2011, 13:46

    interesante tema y muy en relación con un problemilla que he tenido recientemente con una amiga....estoy completamente de acuerdo con que tendemos a confirmas nuestros pensamientos sobre las personas, incluso cuando estamos equivocados, buscando hechos que lo prueban, al menos a nuestros ojos, aunque sean casos concretos.
    lo cual considero una pena, porque cuando es una realidad siempre, bien...estamos acertados!!, ¿pero que ocurre cuando nuestro pensamiento con respecto a la otra persona es equivocado? y urgamos en cada cosa que hace para de cuando en cuando pillarla en un renuncio y decir "ves tengo razón acerca de lo que pienso de ti" ¿no es eso una persecución de la otra persona,y sólo con la intención de no reconocer nuestro error de pensamiento? ¿qué reaccion puede producir esto en la persona, a mi enteder, sometida a juicio constante?, ¿cuál es la parte positiva de una amistad en la cual una de las partes tiene un pensamiento negativo de la otra persona e intenta reafirmarlo constantemente?,
    Ok!! será nuestro inconsciente el que determina nuestra manera de pensar con respecto a los demás, pero ¿qué hacer cuando el pensamiento es equivocado? sobre todo....qué debe hacer la persona que como dije anteriormente se siente sometida a juicio constante por culpa de ese pensamiento erróneo!!!

    Me encantaría que diérais respuesta a estas cuestiones que se me plantean, interesada más concretamente en la opinión de Jarris, TREMENDAMENTE IMPORTANTE para mi.

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  3. A mí el fenómeno de la profecía autocumplida siempre me ha parecido fascinante. Pero me parece, a su vez, una confirmación de que la realidad es subjetiva en su máxima expresión. Porque la realidad de uno mismo depende de sus expectativas que ha ido creando a lo largo del tiempo, y de la perpetuación de las mismas a través de relaciones que va buscando para ello.

    Efectivamente, es peligroso para uno mismo y, efectivamente, es peligroso en las relaciones con los demás. La educación es su máxima expresión, y esto lo sabrá Lupe mejor que todos nosotros. Desde el primer momento que aprendimos en la facultdad sobre este fenómeno no me podía quitar de la cabeza mi escuela. Un cole en el que las expectativas de los profes estaban a flor. Los "alumnos malos" y los "alumnos buenos" estaban tan divididos... Y el trato era trágicamente diferencial. No digo que fuera con cole malo, la educación era buena. Pero me acuerdo de mis compis los "alumnos malos", y en algunos casos me consta que nunca llegaron a avanzar más allá en sus estudios. Me da pena cada vez que me planteo qué habría pasado con ellos si las expectativas hubieran sido otras. Y miedo pensar qué habría sido de mí si no hubiera estado entre los "alumnos buenos".

    Pero ninguno nos libramos, ni de las expectativas propias (las cuales son más difíciles de percibir) ni de las de los demás. Y es que, por mucho que nos cueste, el mundo está basado en expectativas. Todo depende del color con el que se mire. Quizás lo importante sea saber hacer un uso inteligente de ellas. Quizás la lucha por deshacerse de ellas sea una batalla perdida desde el principio. No sé, ¿qué pensáis?

    (Qué rallada XD)

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  4. Es interesante pensar en la influencia que las expectativas y los juicios de los demás tienen sobre nosotros. Pero, en mi caso, pensar en la pofecía autocumplida me hace reflexionar más en las expectativas que nos generamos nosotros mismos, nuestra visión del propio futuro, de lo que podemos conseguir o no, es decir, nuestras profecías.
    Si creemos que algo no va a salir bien, parece que todas las fuerzas del universo" se ponen de acuerdo para que eso ocurra, cuando inconscientemente eres tú mismo el que no está realizando los actos necesarios, ni tienes los pensamientos adecuados para que esas profecías no sean confirmadas. Es muy difíil controlar la influencia que los demás ejercen sobre nosotros, empecemos por la influencia que ejercemos sobre nosotros mismos y sobre todo en la que nos ocasiona sufrimiento, aprendamos a detectarla y así intentar poder cambiarla.

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  5. Murphy y su famosa ley es un claro ejemplo de ello, sin duda.

    Estoy de acuerdo en que lo que debemos hacer es aprender a controlar nuestras propias expectativas; el primer paso para el cambio es poder detectarlas.

    Es duro ver como nos podemos boicotear, pero también es bonito ver cómo somos nosotros mismos los que podemos controlar lo que nos ocurra y no fuerzas externas murphianas.

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  6. Lauri me parece super interesante la idea de no luchar contra las expectativas sino utilizarlas en nuestro favor. Me encantaria que desarrollases esa idea y me ayudases a pensar en alternativas. Me ha gustado mucho.

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  7. La profecía autocumplida… cuando leo tus palabras me vienen tantas cosas a la mente ... La de veces que habremos hablado de ella, la de veces que habremos dicho que sabíamos que tal cosa nos ocurriría, la de veces que otra persona nos ha dicho que sabría que tal cosa le ocurriría, la de veces que esa cosa que sabíamos que nos ocurría nos ha vuelto a ocurrir por segunda vez, por tercera, por cuarta … pienso que en muchas ocasiones el concepto de profecía esta íntimamente unido al de guión de vida (a veces me cuesta distinguirlos…) eso que nos ocurre una y otra vez y que sabíamos que iba a pasar, “lo presentíamos” aunque sin tener motivos conscientes de porqué sabíamos que ocurriría. Es increíble, fascinante, pero a la vez da miedo porque creo que representa esa parte de uno mismo que se escapa a uno mismo, esa parte que está tan presente y que te define tanto pero que a la vez es tan desconocida e inexplicable … siempre que pienso en esto, me surge la misma duda, ¿Cómo es posible que supiese que esto pasaría? ¿ha sido casualidad? ¿lo he provocado yo? si es así, ¿cómo lo he hecho? ¡¡Pero si no he hecho nada!! Y reaparece la duda de si realmente inconscientemente nos conducimos a un destino consecuente con nuestras expectativas o si simplemente ha sido una casualidad de la vida que nos ocurra tal o cual cosa.

    También recordaba al leerte, una conversación que tuve con una profesora mía del master … yo le comentaba que sentía que ese “una y otra vez” llega a tener una influencia a gran escala en nuestra vida. Por ejemplo, yo veía que los presos no solo habían tenido (hablo a nivel general claro) una familia de origen en la que reinaba la hostilidad y la violencia, sino que habían creado familias adquiridas en las que el entorno era igualmente hostil y habían acabado en una institución (instituciones penitenciarias) que es igualmente hostil! Es como si hasta los propios profesionales reprodujesen el mismo modelo afectivo que habían vivido los presos desde su infancia y así perdurase en el tiempo en diferentes contextos con diferentes personas y relaciones. Me comentó mi profesora que ella había observado algo muy similar en su propia experiencia profesional ya que había visto como las instituciones de salud mental son las que presentan mayor movilidad de personal lo cual genera vínculos inestables entre los pacientes y los profesionales y que justo eso reproducía la desestructuración emocional que los pacientes habían vivido en sus propias familias de origen. Me dijo, justo los pacientes que más estabilidad necesitan, están atendidos por los recursos con mayor inestabilidad de personal! Años después me acordé de ella cuando hice mis practicas en una comunidad terapéutica con drogodependientes … los pacientes tenían historias muy similares … familias en las que no está permitido crecer y diferenciarse; en las que se potencia la infantilización y la ausencia de responsabilidad y … ¿Cómo creéis que actuaban los profesionales? Como autenticos papás regañando a sus niños de 5 años porque no han recogido los juguetes y diciendoles como tienen que vestirse y como tienen que pensar y sentir y actuar!! Increíble!! Cero insistencia en la autonomía y en la maduración!!

    Y no paraba de pensar en la responsabilidad que tenemos los profesionales… podemos tomar conciencia del proceso y actuar haciendo palanca en contra del mismo o formar parte del circulo vicioso y darle un giro más y otro y otro. Que gran responsabilidad …

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  8. Precioso Jara...y a la vez inquietante.

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  9. Personalmente el concepto de expectativa me genera cierta contradicción. Por un lado, creo muchísimo en el poder de las expectativas, en aprender a reorientarlas en positivo, creo que gran parte de la realidad la creamos desde nosotros mismos, con nuestro pensamiento, con nuestros sentimientos. Pensar que puedo llegar a donde quiero, pensar que soy capaz de conseguir mis propósitos y sentir que es así. Creo que esto tiene un poder magnífico en nuestra vida, porque efectivamente tendemos de manera consciente e inconsciente a confirmar esas creencias. El problema, por lo menos para mí viene cuando tu parte consciente quiere una cosa y tu parte inconsciente va por libre y hace lo que le apetece...(a veces lo radicalmente contrariio). Esa es la desintegración. Y ahí viene el sufrimiento y la enfermedad. Creo que esa es la parte que más hay que trabajarse como personas.

    Por otro lado, veo que el principal problema de las expectativas es el componente futurista que tienen. Una expectativa siempre es algo que me saca de mi presente, de mi ahora y lleva de golpe a un punto más adelantado, futuro, donde la realidad se me escapa de las manos porque no tengo nada, sólo un pensamiento de algo que “a lo mejor si a lo mejor no...” “pude que si, puede que no”. La definición de expectativa lo deja claro:
    1.Esperanza de realizar o conseguir algo.
    2.Posibilidad razonable de que algo suceda.

    Para mí lo importante es llegar a soluciones de compromiso. La mía suele ser pensar en objetivos y dejarlos ahí en el horizonte y mientras tanto ir trabajando día a día, intentando no perderme nada por el camino, disfrutarlo todo. Si sólo dependes de la expectativa y sólo estás en ella, al final puede ser muy frustrante.

    Hacia los demás creo igualmente en el valor de las expectativas positivas. En mi experiencia de trabajo con personas, siempre he tenido la sensación de que cuando mejor han ido las relaciones terapeúticas ha sido cuando yo (o el resto de profesionales) hemos trabajado desde la confianza en la persona que teníamos delante. Me refiero a una confianza real, a sentir de verdad que el otro es el propio conductor de su vida y que puede avanzar en su proceso personal tomar sus riendas. Se tiene una buena expectativa sobre el otro y también sobre el propio trabajo. Esto me parece fundamental.

    Como decis, es una gran responsabilidad personal y profesional la de tomar conciencia de la dirección de nuestras expectativas. Creo que los cambios y los efectos pueden ser muy notables.

    ¡Gracias a todos por leernos!!

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